Emociones que se piensan no son emociones, son definiciones.

Conectar y Sentir la Emoción

Emociones que se piensan no son emociones, son definiciones.

Los estados de ánimo se contagian cuando compartimos tiempo, lugares y experiencias durante un tiempo, es algo que suelo compartir en todos los seminarios, especialmente con los caballos. Por lo general, al principio genera una especie de duda y escepticismo razonables lo cual aplaudo y me encanta que así sea, sin embargo, conforme avanzan los procesos, la teoría no es más teoría y la sensación se convierte en un aprendizaje sensorial.

Esto es interesante y en mi opinión algo para tener en cuenta tanto en cómo te encuentras, como con quién te relacionas día a día.

Todos los días experimentamos una variedad de emociones: algunas “positivas”, otras “negativas”, todas ellas con un mensaje. Son las que hacen que la vida importe; nos conectan con otros, nos motivan y dan sentido a nuestra experiencia. Las emociones afectan nuestra percepción, nuestro comportamiento y cómo interactuamos con los demás.

Digamos que son como el “clima interior” que influye en cómo percibimos y respondemos a los desafíos y oportunidades de la vida. Las emociones nos ayudan a decidir lo que nos gusta o no nos gusta. Nos dicen cuando estamos cómodos o incómodos y cuando nos es familiar o no cada situación.

Sin embargo, a veces las emociones hacen que la vida sea más estresante y en lugar de reaccionar ante situaciones que generan estrés y drenen nuestra energía, tenemos el poder de elegir responder de una manera que sea más beneficiosa para nosotros mismos y los demás.

La ayuda que los caballos nos regalan son un gran ejemplo de cómo mi estado emocional tiene un efecto directo sobre lo que acontece en mi presente. El caballo no juzga, solo comparte su gran amor para que entonces tu decidas que hacer con lo que estas descubriendo.

Me encantara leer sobre alguna experiencia de este tipo que quieras compartir.

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